Buscando aumentar la conservación y la proyección de la biodiversidad a través de prácticas agroecológicas, 60 familias de Florencia y Puerto desarrollan desde hace 11 meses un proyecto para, además, conservar 205 hectáreas de bosque primario gracias al apoyo del programa Amazonía Mía de la USAID con la Red Cacaotera del Caquetá.
Jairo Rodríguez, profesional agroambiental de la Red Cacaotera, explicó que se han visto los cambios en los servicios ecosistémicos locales y avistamiento nuevo de aves.
“Empiezan a aparecer nuevamente teniendo en cuenta que se han dejado zonas en conservación y allí se produce un alimento para estos animales que circundan el medio y que han regresado. Por eso, se diseñan estrategias para el manejo sostenible de los recursos naturales en 1.600 hectáreas de cultivos de cacao y especies maderables que enriquecen la biodiversidad en 205 hectáreas a través de sistemas agroforestales”.
Agregó que, de paso, se conservan otras 205 hectáreas de bosque primario, lo que genera seguridad alimentaria. De hecho, el convenio cuenta con un componente de empalme generacional en el que se vinculan niños y jóvenes a las actividades de monitoreo del bosque y la biodiversidad con manejo de cámaras de foto – trampeo y labores cacaoteras para continuar con las tradiciones familiares, y preservar el legado de los campesinos que ahora le apuestan a un medio de vida sostenible.
Con esta iniciativa, se están protegiendo los cauces de las quebradas La Yuca, La Mochilero, El Lucero y La Holanda, que son afluentes del río Bodoquero, más Las Damas, La Esmeralda, El Silencio, El Sábalo y Montecristo que desembocan en el río Guayas.
José Ignacio Artunduaga del predio Las Delicias en la vereda Damas Arriba, sostuvo que en su predio hay cinco nacederos de agua.
“Tres nacederos tienen un caudal de seis pulgadas y eso es harto para estar tan cerca de donde nacen, caen a un caño que se llama Las Damitas y desemboca en la quebrada La Yuca”.